1• Queremos cantar al peligro del amor, a la creación cotidiana de la energía dulce que nunca se desperdicia.
2• La ironía, la dulzura y la rebelión serán los elementos esenciales de nuestra poesía.
3• Hasta ahora, la ideología y la publicidad han exaltado la movilización permanente de las energías productivas y nerviosas de la humanidad para la ganancia económica y la guerra, nosotros queremos exaltar la ternura, el sueño y el éxtasis, la frugalidad de las necesidades y el placer de los sentidos.
4• Nosotros afirmamos que la magnificencia del mundo se ha enriquecido con una belleza nueva: la belleza de la autonomía. Cada uno tiene su ritmo y ninguno debe verse constreñido a correr a una velocidad uniforme. Los automóviles han perdido la fascinación de la rareza y, sobre todo, no pueden cumplir más la tarea para la cual fueron creados. La velocidad devino lentitud. Los automóviles están inmóviles como tortugas estúpidas en el tráfico citadino. Solo la lentitud es veloz.
5• Nosotros queremos cantar al hombre y a la mujer que se acarician para conocerse mejor y para conocer mejor el mundo.
6• Es necesario que el poeta se comprometa con calor y prodigalidad para aumentar la potencia de la inteligencia colectiva y para reducir el tiempo del trabajo asalariado.
7• No hay más belleza que en la autonomía. Ninguna obra que no exprese la inteligencia de lo posible puede ser considerada una obra maestra. La poesía es un puente extendido sobre el abismo de la nada para crear condivisiones entre imaginaciones distintas y liberar singularidad.
8• Estamos en el promontorio extremo de los siglos… Tenemos la obligación de mirar atrás nuestro para recordar el abismo de violencia y de horror que la agresividad militar y la ignorancia nacionalista pueden desencadenar en cualquier momento. Vivimos desde hace mucho tiempo en la religión del tiempo uniforme. La eterna velocidad omnipresente está ya detrás nuestro, en internet, por eso podemos ahora olvidarla para encontrar nuestro ritmo singular.
9• Queremos ridiculizar a los idiotas que defienden el discurso de guerra: los fanáticos de la competencia, los fanáticos del Dios barbudo que nos incita a la masacre, los fanáticos aterrorizados de la desarmante feminidad que está en todos nosotros.
10• Quisiéramos hacer del arte la fuerza de cambio de la vida, quisiéramos abolir la separación entre poesía y comunicación de masa, quisiéramos quitarles el dominio de los medios a los comerciantes para dárselos a los sabios y a los poetas.
11• Nosotros cantaremos a la muchedumbre que pueda finalmente liberarse de la esclavitud del trabajo asalariado, cantaremos a la solidaridad y a la revuelta contra la explotación. Cantaremos a la red infinita del conocimiento y de la invención, a la tecnología inmaterial que nos libera de la fatiga física. Cantaremos al cognitariado rebelde que se pone en contacto con su propio cuerpo. Cantaremos a la infinidad presente y no tendremos más necesidad de futuro.
1• Queremos cantar el amor al peligro, el hábito de la energía y de la temeridad.
2• El coraje, la audacia, la rebelión, serán elementos esenciales de nuestra poesía.
3• La literatura exaltó, hasta hoy, la inmovilidad pensativa, el éxtasis y el sueño. Nosotros queremos exaltar el movimiento agresivo, el insomnio febril, el paso de corrida, el salto mortal, el cachetazo y el puñetazo.
4• Nosotros afirmamos que la magnificencia del mundo se ha enriquecido con una nueva belleza, la belleza de la velocidad. Un coche de carreras con su capó adornado con gruesos tubos parecidos a serpientes de aliento explosivo... un automóvil rugiente, que parece correr sobre la ráfaga, es más bello que la Victoria de Samotracia.
5• Queremos ensalzar al hombre que lleva el volante, cuya lanza ideal atraviesa la tierra, lanzada también ella a la carrera, sobre el circuito de su órbita.
6• Es necesario que el poeta se prodigue, con ardor, boato y liberalidad, para aumentar el fervor entusiasta de los elementos primordiales.
7• No existe belleza alguna si no es en la lucha. Ninguna obra que no tenga un carácter agresivo puede ser una obra maestra. La poesía debe ser concebida como un asalto violento contra las fuerzas desconocidas, para forzarlas a postrarse ante el hombre.
8• ¡Nos encontramos sobre el promontorio más elevado de los siglos!... ¿Porqué deberíamos cuidarnos las espaldas, si queremos derribar las misteriosas puertas de lo imposible? El Tiempo y el Espacio murieron ayer. Nosotros vivimos ya en el absoluto, porque hemos creado ya la eterna velocidad omnipresente.
9• Queremos glorificar la guerra –única higiene del mundo– el militarismo, el patriotismo, el gesto destructor de los libertarios, las bellas ideas por las cuales se muere y el desprecio de la mujer.
10• Queremos destruir los museos, las bibliotecas, las academias de todo tipo, y combatir contra el moralismo, el feminismo y contra toda vileza oportunista y utilitaria.
11• Nosotros cantaremos a las grandes masas agitadas por el trabajo, por el placer o por la revuelta: cantaremos a las marchas multicolores y polifónicas de las revoluciones en las capitales modernas, cantaremos al vibrante fervor nocturno de las minas y de las canteras, incendiados por violentas lunas eléctricas; a las estaciones ávidas, devoradoras de serpientes que humean; a las fábricas suspendidas de las nubes por los retorcidos hilos de sus humos; a los puentes semejantes a gimnastas gigantes que husmean el horizonte, y a las locomotoras de pecho amplio, que patalean sobre los rieles, como enormes caballos de acero embridados con tubos, y al vuelo resbaloso de los aeroplanos, cuya hélice flamea al viento como una bandera y parece aplaudir sobre una masa entusiasta. Es desde Italia que lanzamos al mundo este nuestro manifiesto de violencia arrolladora e incendiaria con el cual fundamos hoy el FUTURISMO porque queremos liberar a este país de su fétida gangrena de profesores, de arqueólogos, de cicerones y de anticuarios. Ya por demasiado tiempo Italia ha sido un mercado de ropavejeros. Nosotros queremos liberarla de los innumerables museos que la cubren por completo de cementerios.