Conferencia performática a cargo del colectivo Trabajadores de la Cultura

Por Celia Argüello Rena

Vemos dos pantallas y dos personas en el escenario. Se despliega el ritmo de las imágenes históricas que renunciaron a Darío Lopérfido de su cargo como Ministro de Cultura de la Ciudad de Bs As.
De manera digital, es decir «con los dedos», van pasando el cursor al ritmo de la música. Marcan el pulso con el pie, mezclan en bandejas la historia reciente, la que estamos tocando, viendo y componiendo al mismo tiempo.
La conferencia performática está a cargo del Colectivo Trabajadores de la Cultura en el marco del Congreso Escena Política, una práctica que inició ayer, que venimos planificando desde marzo, y que «lxs compañerxs» en el escenario remarcan como una práctica «para nada». Así arrancan….

Volvemos a las imágenes de los acontecimientos. Nos vemos en las imágenes. Somos los mismos. Los de la platea y los de la pantalla los que ponemos el cuerpo.
Las imágenes señalan, denuncian, ponen rostros y nombres propios. Vemos sus caras, reconocemos a los protagonistas. El activismo virtual, se profundiza, hace zoom a la ventana. Se habla en serio y se pone filoso.
Explican el lenguaje, igual que lo hace el enemigo. Marketing. Lo usamos, ya están en nuestras células, opera. La palabra elegida es «negacionismo».
Vemos la cara del enemigo, los que operan, los que tejen los hilos, les ponemos caras a aquellos que nos generan sufrimiento, que nos quitan la felicidad. Nos zambullimos a una dosis de realidad histórica, la que ya sabemos, pero la vemos de nuevo. Abandonamos nuestros puestos de subversión para tirarnos al filo. No rajamos, «nos la damos». Veníamos abriéndonos y «nos la ponen». La perversión vista de frente, se viste de caras reconocibles que cruzamos en los lobbies.

Se decide no capturar el momento con imágenes digitales. Los presentes estamos concentrados en lo que vemos, escuchamos y percibimos. No hay nadie concentrado en capturar nada, no habrá registro más que el de nuestros cuerpos. Nos liberamos de los dispositivos, tenemos las manos libres y los ojos enfocados. Inteligencia sensible.
Nos prestamos a un baldazo de agua fría. Nos preparamos toda la tarde como cuerpos sensibles, para ahora meternos en un tacho lleno de hielo. Estamos con los poros abiertos y «nos la vamos a dar».
Percibo el cambio de temperatura, de carácter. Lxs compañerxs sintetizan la estrategia, la desmenuzan, la exponen, la deconstruyen. Vemos el bacalao descuartizado, el del enemigo, y el nuestro.

Nosotrxs. Lxs compañerxs, apuntan a los presentes. Nos provocan, nos tocan, nos señalan la desconfianza que por momentos sentimos e inmediatamente nos abrazan, nos hermanan.

Es el final del primer día. Nos despierta.