La insurrección será sensible o no será

Por Cecilia Graña y Paola Pilatti (Uruguay)

Se realizó el pasado 20, 21, 22 y 23 de octubre, en Buenos Aires Argentina el Congreso Transversal Escena Política, propuesto como un espacio y un tiempo de encuentro, cooperación y complicidad donde activar nuestra capacidad sensible para crear otras posibilidades de percibir, pensar y experimentar las prácticas políticas y de creación artística. Una serie de talleres, conferencias, acciones de calle, diálogos virtuales, caminatas sonoras y experiencias ficcionales se sucedieron a lo largo de 4 días en la ciudad de bs as.


Escena política es, además de un congreso, un colectivo que se presenta como la consecuencia política de las prácticas que dos grupos de artistas vinculados a las artes escénicas comienzan a realizar a partir del año 2015, los grupos son el Foro de Danza en Acción y Teatro Independiente Monotributista acompañados por artistas de otros ámbitos y comunicadores. El colectivo es un espacio abierto y sin jerarquías ni roles fijos que busca a través de la realización de una serie de prácticas denominadas acciones iceberg, incidir en la política cultural de la ciudad de bs as.

El Congreso se plantea en un contexto social y político que requiere ir un paso más allá de una agenda de resistencia, para preguntarse qué sucede cuando las prácticas colectivas de la creación artística se desplazan al terreno de la práctica política.
En este desplazamiento se produce un nuevo efecto: pensar lo político por fuera del teatro de la representación de la política partidaria, para pensar la política como lo que sucede entre los cuerpos que se preguntan cómo organizar la vida en común.


DÍA 1: DESOBEDIENCIA CULTURAL ¿CÓMO ORGANIZAR LA INTELIGENCIA COLECTIVA EN ACCIÓN?

Las actividades comenzaron a las 11 de la mañana en el centro cultural Paco Urondo con una video conferencia con el filósofo y activista Franco Bifo Berardi.
Desde el concepto de universo totalitario, Bifo explicó la dimensión de oscuridad que la tecnología está produciendo. La tecnología es producto de la inteligencia colectiva pero funciona de manera contraproducente instaurándose en el interior del aparato neurocognitivo y la condición humana. La tecnología está produciendo formas de neuro totalitarismo, paralizando competencias humanas como el lenguaje, la orientación, la memoria o la individuación de las formas.
Con la producción de formas neuro totalitarias es difícil el desarrollo de la autonomía cultural y política. No podemos hoy construir solidaridad y comunidad en la dimensión laboral porque es una dimensión de fractalización, de separación, de competencia que las nuevas tecnologías han creado.
¿Cómo podemos imaginar una emancipación cultural o política en estas condiciones? ¿cómo podemos pensar la organización de los colectivos para la acción? Bifo sostuvo que existe un punto incomputable, la dimensión emocional, que se manifiesta como sufrimiento psíquico «La dimensión de la autonomía de la corporeidad emocional se está manifestando en un territorio que el capitalismo neurototatitario no puede integrar en sí mismo... En los próximos años debemos partir de otras dimensiones de la subjetividad; la sexualidad, el sufrimiento psíquico, la sumisión del cuerpo a la regla productiva eso es lo que el capitalismo en su fase neuro totalitaria no puede integrar».
Es en este incomputable en donde podemos encontrar a las prácticas artísticas dijo Bifo, entre aplausos y chiflidos de aprobación: «Hoy el problema fundamental del arte es el sufrimiento».
A raíz de la gran inquietud manifestada por Escena Política sobre el lugar de la producción artística en el contexto del neurocapitalismo y la búsqueda de redes subjetivas emocionales Bifo respondió: «Tenemos que partir de la condición caótica contemporánea y rechazar las formas de elaboración capitalista de ese caos, elaboración que se llama competencia, acumulacion, crecimiento, supersticiones que se transforman en expectativas y esperanzas económicas y acumulativas que transforman el caos en infierno, tenemos que elaborar el caos de una manera estéticamente agradable». Subrayó que los artistas viven en el caos, pero tienen una capacidad de transformarlo en aliando, en una dimensión armónica que nos permita requilibrar nuestras esperanzas y posibilidades. Nuestra caosmosis hoy consiste en la capacidad de producir formas estéticas, existenciales, lingüísticas y conceptuales que nos permitan transformar el infierno de la superproducción capitalista en la condición feliz de la distribución igualitaria de lo que ya hemos producido y seguimos produciendo.

¡Volvieron los manteros!
Quizá la acción dentro del congreso que más repercusión pública suscitó fue la performance callejera Abogados manteros.
Propuesta como una acción para poner en evidencia las restricciones en el uso del espacio público y la puja asimétrica entre los manteros ( vendedores ambulantes) y el gobierno de la ciudad de bs as la acción visibilizó tensiones sociales, puso de manifiesto conflictos entre práctica artística y protesta social y nos hizo preguntarnos acerca de cuáles son los «cuerpos desobedientes» que ocupan el espacio público.
La acción fue organizada en conjunto por el colectivo escena política, un grupo de abogados y la Asociación de manteros y consistió en la toma de un espacio cargado de significados: la peatonal de la calle Florida en el microcentro de la ciudad, de donde los manteros fueron expulsados sistemáticamente por la policía federal. Allí, alrededor de 20 abogados colocaron sus mantas el piso y ofrecieron durante dos horas consultas jurídicas por 5, 10, 20 pesos o a la gorra. Allí estaba presente Omar Guaraz, referente de la asociación Vendedores Libres quien nos habló de la lucha contra la criminalización de la venta ambulante que el grupo lleva adelante contra una estrategia del gobierno de la ciudad por legitimar ante la población los intereses de la Cámara Argentina de Comercio. Tanto los manteros como los abogados planean estrategias de continuar con estas acciones en el futuro y lo evalúan como una estrategia de organización para un colectivo que es permanentemente golpeado desde múltiples flancos.

Insumos para una desobediencia cultural
Planteados por el colectivo como «los talleres a los que ellos quisieran asistir» los talleres realizados por la tarde del día sábado se enmarcaron en el trasfondo teórico inaugurado por la conferencia de Franco Berardi Bifo en la mañana: la organización de una inteligencia colectiva que pueda pensar estrategias para la desobediencia.
En los diferentes talleres esa pregunta se resignificó a partir de prácticas diversas e invitados con trayectorias y experiencias muy disímiles entre sí que convivieron en un espacio cuasi panóptico. Los salones vidriados como peceras permitían escuchar y ver lo que sucedía simultáneamente.
El grupo Cuerpos sensibles junto a Marie Bardet, investigadora independiente en el campo de la filosofía y la danza propuso pensar el situarse como una relación que impulsa el mover.
En el taller Primero hay que saber rajar el colectivo Juguetes Perdidos, autores del libro Quien lleva la gorra nos planteó la posibilidad de una escritura del agite, una escritura que acompañe los rajes e intensidades que se plantean como fugas del modelo neoliberal para la vida individual y colectiva. Aquello que el colectivo denomina la vida mula, el aparato de captura de la subjetividad, el molde de la época contemporánea. El colectivo Hiedrah club de baile presentó en la hazaña colectiva un relato de experiencias de ocupación del espacio público nocturno proponiendo la noche como espacio a habitar en la configuración de una política del goce.
En el taller contra la crítica, el filósofo argentino Miguel Bensayag reflexionó sobre el rol del periodismo en la escena política actual y se destacó la importancia del arte como remedio para sanar un cuerpo social que aparece casi muerto.
Delil Delali, integrante del comité en solidaridad con Kurdistán presentó el documental Nueva mujer (nueva vida) de Veysi Altay planteando la discusión sobre el lugar de la mujer en la resistencia contra el ISIS y la construcción de una sociedad antipatriarcal.
Los talleres del primer día se completaron con la propuesta del colectivo Paternal Arte Política que desde las artes visuales y la gráfica reflexiono sobre la intervención visual del espacio público.

Cerrar o abrir el culo, puesta en común
La hora de la puesta en común reveló los fracasos y tensiones a las que nos enfrentamos cuando desde la teoría se intenta pensar la práctica. La asamblea de participantes del congreso comenzó con un intento de regular las intervenciones a través de una serie detallada de instrucciones para la intervención oral, que rápidamente quedó desarticulada para pasar a una autorregulación del tiempo y el orden en las intervenciones. La estrategia de pensar haciendo tomó la asamblea y permitió que por primera vez emergiera el conflicto.
Las intervenciones y reflexiones colectivas plantearon el siguiente problema: ¿en nombre de quién hablamos cuando usamos relatos de experiencias de otras luchas como ejemplo?, ¿cómo hacer uso de las intensidades producidas en otros territorios y prácticas para pensar en una práctica artística que dispute significados en el terreno político?
«Cerrá el orto» fue la frase que resumió esta tensión ¿podemos hablar de aquello sobre o que no tuvimos una experiencia directa? ¿qué tipo de modelos de lo vivible permeados por el orden neoliberal reproducimos cuando intentamos poner en colectivo estrategias para la resistencia a ese mismo orden? El mandato a cerrar el orto ante aquello de lo que no podemos hablar produjo un pequeño corrimiento en lo sensible, para pensar haciendo, para pensar desde una situación, para proponer la desobediencia, es necesario crear una horizontalidad que trascienda la proposición teórica y se evidencie en lo performativo de nuestras prácticas. La conclusión fue casi unánime, en la lucha contra lo que de neoliberal hay dentro y fuera de nosotros hay que abrir el orto, no cerrarlo.

El caso Lopérfido, o cómo hacer saltar un ministro con palabras
El final de la jornada llegó con la conferencia performática organizada por los trabajadores de la cultura, Gustavo Tarrío y Juan Pablo López presentaron ante un auditorio lleno el material visual y sonoro que da cuenta de las acciones que diferentes actores llevaron a cabo en pedido de la renuncia del ex ministro y actual director del Teatro Colón, Darío Lopérfido, el ministro negacionista.
La consigna fue la siguiente, ¿Qué conclusiones podemos sacar de la serie de acciones en repudio del ministro? ¿Qué grado de influencia puede ejercer el campo artístico en la Real Politik? la respuesta fue clara en la sala, la inteligencia colectiva organizada en acción derroca ministros. Y después, qué viene? Mientras nos íbamos con esa pregunta, el nuevo video del ex cantante de Tan Biónica en el Teatro Colón cerraba la conferencia.


DÍA 2: FUTUROS POSIBLES. PARADIGMAS DEL HABITAR, PARADIGMAS DEL GOBIERNO Y COMUNIDADES SENSIBLES

Política afectiva, política del qué frente a política del cómo
La categorización de lo político como disputa en el terreno de lo sensible y de lo deseable se profundizó en la video–conferencia con Amador Savater, filósofo español y activista del 15M.
En la experiencia de Savater de la práctica política de los campamentos urbanos se evidencia un modo de hacer política que no tiene que ver con el enfrentamiento de un grupo frente a otro buscando gestionar las mismas estructuras de poder, sino que lo que se pone en juego es la tensión de un mundo frente a otro.
Al mundo neoliberal de la competencia, el uso instrumental de los individuos y el concebir a todas las cosas como empresas, se le opone la creación de zonas autónomas en donde la reproducción y la autoorganización de la vida producen efectos sensibles que proponen desear otra vida, otro mundo.
Un mundo de la cooperación y no de la competencia, de la convivencia de singularidades que se potencian y no de la anulación de lo singular en una estructura mayor. En la práctica artística, el leitmotiv de pensar haciendo que caracterizó los movimientos de las plazas es tomado en el congreso como estrategia para la creación otros mundos posibles. En esa creación, quizá la tensión mayor para los colectivos artísticos presentes es considera que lugar se ocupa en el entramado social y si la relación entre arte y estado es especialmente tensa o si conlleva las mismas tensiones que el resto de la sociedad.
Savater insistió en la necesidad de no quedar capturados en el teatro de representación de la política, dispositivo que nos coloca en la situación de intérpretes–espectadores de signos, y no en cuerpos que reaccionan a un tensor, aquello que provoca un corrimiento en lo sensible tal que inicia una sublevación.En la producción de lo común que se da en la lógica de campamento, lo común es el resultante de una multiplicidad de formas micro de producción de lo sensible.
Un llamado a desbordar con prácticas sensibles al estado fue el murmullo que termino la conferencia.

Ensayos posibles
Esa tarde los talleres de trabajo se coordinaron desde Escena Política y cada uno de los espacios contó con invitados pertenecientes a distintos campos. La mayoría de esos espacios se estructuraron desde la discusión teórica o conversatorio, fuertemente marcada por la búsqueda de una recomposición de lo común, involucrando preocupaciones por la coyuntura, la relación con lo estatal y las posibilidades transformadoras de las prácticas artísticas. En virtud de esa recomposición se propuso transitar por la reapropiación y reconversión colectiva de saberes en torno a lo estatal, imaginar nuevas estrategias para las relaciones con el Estado (Xpropiaciones, con la participación de María Pía López, Pedro Biscay, Diego Sztulwark y Martín Bonavetti) y discutir sobre prácticas estéticas y políticas del presente y del pasado situadas (Genealógías de una subversión utópica: historia y política en el arte Argentino, invitados Roberto Jacoby, Lucas Rubinich, Lorena Verzero, Sergio Pujol, Syd Krochmalny, Juan Laxagueborde, Grupo de Arte Callejero).
Con el centro en las prácticas educativas y artísticas, algunos talleres transitaron un camino de ejercicios, armados y colaboraciones buscando el acercamiento a procesos transformadores, como el denominado Entrismo ejercicios de Escuela, coordinado por un colectivo de artistas docentes que trabajan en la escuela secundaria 43 de La Cava, Villa Florito y el taller coordinado por Colectivo Centro Rural de Arte (Dónde termina tu cuerpo, dónde empieza el mundo) enfocado en diseños y desplazamientos de las distintas prácticas artísticas y sus potencias de cambio.
El colectivo Dársena instrumentó un taller participativo (La mesa de Arena) que buscó despertar la imaginación política y el pensamiento crítico para habilitar la dimensión geopolítica de las prácticas artísticas.
En otro taller se proyectó la película El Movimiento, con la presencia de su director, Benjamín Naishtat, en la coordinación, el foco estuvo en la relación de los artistas con sus coyunturas y el discurso histórico.

Cuerpos deseantes
Para cerrar el segundo día en Escena se desarrolló una práctica corporal coordinada por la bailarina y coreógrafa uruguaya Federica Folco. La actividad convocaba a los cuerpos deseantes y se presentaba como abierta y colectiva. El espacio, que anteriormente había sido escenario de sillas y cuerpos, se transformó en un espacio amplio de posibilidades para el movimiento y la experimentación. La consigna que predominó fue la de no dejar de tocar y sentir los cuerpos. Esos cuerpos presentes fueron tomando nuevas formas y a ellos se sumaron otros que concurrieron especialmente para esa práctica. Profundizaron en relaciones sonoras y espaciales; involucran el contacto y la deconstrucción de las palabras y el sentido. En cierto momento esos cuerpos se sublevaron, salieron en estampida del aula que los contenía en el Instituto Superior Octubre y tomaron la calle. La práctica se apropió de un trozo del espacio público; griteríos, corridas, agites, alianzas, aplausos, palabras, cantos, trepadas, pogos, saltos, lenguajes y dialectos extraños. La calle se convirtió en escenario de una insurrección.


DÍA 3: COMITÉ CÓSMICO DE CRISIS. COMPOSICIÓN COLECTIVA DE LA CALLE EN MANIFESTACIÓN

El último día de la Escena Política emergió como potencia afectiva–efectiva colectiva para crear nuevas formas de hacer y organizarse. Esas construcciones colectivas estaban dirigidas a «inventar el futuro en movimiento», a la apropiación del espacio y del ritual de la manifestación, al ensayo de nuevas formas sensibles, a la visibilización, organización y movilización de los cuerpos.
El colectivo propuso salir en una marcha de la Casa Torcuatto Tasso en el barrio de La Boca hacia Puerto Madero, cerrando la movilización en la Universidad Católica de Bs As.
En un espacio de convivencia que evocó al campamento urbano sugerido como conclusión de la conferencia con Fernando Savater, los participantes convivieron en un salón en el que todo se autorregulaba y sucedía al mismo tiempo, una escena sensible de ese futuro posible discutido teórica y concienzudamente a lo largo de los 4 días de congreso. En cuerpos que intentando provocar el desborde comenzaban a desbordarse.
En el taller de Cancionero se resignificaron las letras de dos canciones Satisfaction de los Rollings Stones y Marina de Rocco Granata, concentrando y traduciendo en los canciones la memoria colectiva del encuentro. Se dio un proceso similar en el taller de Cartelismo, desde el trabajo plástico y gráfico. En el taller Diseño de movimiento colectivo se buscaron nuevas lógicas para la configuración de los cuerpos, de los tiempos y el espacio. El trabajo en el taller Corte de ruta y pasarela desplegó un transformismo deambulante.
«Vamos con las putas nunca con la yuta», «Revolución anal», «Fuga anal», «Cuerpos desobedientes», «Furia anal» fueron algunas de las consignas inscriptas en cuerpos y carteles.
«Yo no quiero ser un macho / yo no quiero ser un facho / a fugar / a bailar / otras armas inventar» fueron los versos con los que una multitud armada con cartones e inscripciones irrumpió en la Boca. El deseo estaba explícito, sentar las bases del sindicalismo social inaugurado por las masivas manifestaciones del Ni una menos, irrumpir en la ciudad, desbordar.

Ante la pregunta: ¿y ahora qué hacemos?... la fuga. Dejar de pensar hacia dónde sigue esto para invocar la potencia del raje. El murmullo decía: La insurrección será sensible o no será, y no puede esperar.